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EL PAêS

 

MIƒRCOLES 2 DE NOVIEMBRE DEL 2011

 

Municipalidad de San JosŽ deber‡ pagarle ¢15 millones

Chancero ciego que cay— en una alcantarilla sin tapa gana juicio

V’ctima sufri— fractura de tibia y estuvo incapacitado durante 10 meses

Jueces reafirman deber de hacer accesibles las aceras para esa poblaci—n

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Carlos Arguedas C. carguedasc@nacion.com 12:00 a.m. 02/11/2011

Un chancero ciego que cay— en una alcantarilla sin tapa y se quebr— la tibia y el peronŽ, gan— un juicio a la Municipalidad de San JosŽ, la cual tendr‡ que indemnizarlo con ¢15 millones.

El fallo lo adopt— el Tribunal Contencioso Administrativo el lunes pasado, luego de un juicio que dur— tres d’as.

Para la v’ctima, Juan Gerardo GuillŽn Salazar, de 52 a–os y vecino de Dulce Nombre de Coronado, la sentencia Òviene a crear un precedente porque muchos compa–eros han sufrido accidentes similares con graves consecuencias por las barreras y obst‡culos que hay en la ciudadÓ.

El afectado manifest— que el accidente le cambi— su vida, lo volvi— m‡s inseguro y, adem‡s, lo llev— incluso a tener pensamientos suicidas.

Para el Tribunal Contencioso Administrativo, son las instituciones del Estado las responsables de convertir en accesibles las aceras y de vigilar que las tapas de alcantarillas o de electricidad estŽn debidamente puestas.

Hechos. El caso que se juzg— ocurri— entre las 9 y las 10 a. m. del lunes 2 de mayo del 2006, cuando Juan Gerardo GuillŽn proced’a de las instalaciones de la Cooperativa de Ciegos Vendedores de Loter’a (Coopecivel), ubicadas en calle 18, entre avenidas 5 y 7, de San JosŽ. All’ retir— la cuota de loter’a y se dirig’a a pie para venderla a un costado del Automercado situado en avenida 3, en el centro de la capital.

Sin embargo, cuando pasaba por la intersecci—n de la avenida 3 con la calle 16 (hoy est‡ la parada de buses de Santa Ana), no cruz— por donde est‡ el sem‡foro, sino que lo hizo a unos 10 metros de la esquina, sitio donde cay— en la alcantarilla que no ten’a tapa.

Durante el juicio, el Tribunal, integrado por los jueces Laura Garc’a Carballo, Julio Cordero Mora y Sergio Mena Garc’a, determin— que el chancero pas— incapacitado 10 meses y sufri—, adem‡s, una incapacidad permanente del 8% de sus habilidades motoras.

Asimismo, un dictamen mŽdico legal determin— que padece problemas en cuanto a su autonom’a y seguridad para desenvolverse.

Como consecuencia del accidente, GuillŽn tuvo que dejar de vender loter’a, que era su fuente de ingresos, debido a que la Junta de Protecci—n Social (JPS) exige que sean los concesionarios los que la vendan y, en este caso, Žl no pod’a cumplir con el requisito.

Durante el debate, el representante legal de la Municipalidad de San JosŽ, Juan Manuel Ram’rez Cerdas, aleg— que la v’ctima Òtuvo una conducta negligente e imprudente por no transitar por una zona peatonal de acera a acera y por no guardar las medidas razonables de cuidado y seguridad necesarias para transitar por la ciudadÓ.

Empero, los jueces no aceptaron este criterio porque aseguraron que, si GuillŽn hubiera cruzado en l’nea recta hacia donde est‡ ubicado el sem‡foro, hubiera quedado en media calle y no en la acera contraria. ÒEsa situaci—n justifica que GuillŽn, para su mayor seguridad, no cruzara por la esquinaÓ.

La sentencia puede ser apelada ante una instancia superior